

Planificación Automática
La planificación automática se encarga de calcular un plan o secuencia de acciones que se debe aplicar a un estado de un problema para alcanzar otro estado que satisfaga unas determinadas condiciones. Un planificador necesita tres entradas:
-Una descripción del estado actual. Por ejemplo, si se trata de un problema de fabricación, se podría indicar cuántos almacenes hay, dónde están situados, qué contienen o qué máquinas hay para fabricar los productos.
– Una descripción de las acciones que se pueden realizar. Para el ejemplo anterior, se podrían definir acciones para guardar o retirar materias primas del almacén. Para cada acción, se deben indicar las condiciones que han de cumplirse para ejecutarla y los efectos que generará.
– Una descripción del objetivo que se quiere alcanzar. Por ejemplo fabricar 100 unidades de un determinado producto.
Disponemos de planificadores que permiten modelar problemas que requieren un alto nivel de expresividad, que incluyen parámetros de control en las acciones. De este modo, el planificador puede decidir ciertos valores numéricos para cada acción, por ejemplo, la potencia o velocidad a la que trabajará la máquina o la cantidad de material a utilizar.